martes, 28 de marzo de 2017

Suspiro de dulce noche

Saliendo de la cabaña
Al amor del bosque
Llega el fresco y dulce aroma
De la ya avanzada noche
Con sus límpidas estrellas
Sin luna, tierna y lozana,
Renueva la vida entera
Antes semi legargada.

Un renacer incipiente:
La entrada  en la amada tierra
Y al eterno instante en que ella
Nos envuelve con su manto.
Aire puro que revives
La magia del ser errante
Rodeado de mil cosas
Que pueblan donde habitare.


Gracias, tierra, que perduras
Y renuevas la esperanza
Que constatas que en el monte
Estás y nos haces falta
Pues sin tí las criaturas
Vagamos en ensoñanzas.

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