Nos vemos en las montañas
y a la orilla del mar
sobre la barca meciente
de un estado mental
azul celeste profundo
como la mar
como este sueño encantado
del navegar.
Nos vemos sobre los picos nevados
sobre los acantilados
las peñas elevadas
y las gargantas profundas
donde despierta la mañana
y la mar se junta.
Nos vemos donde nada ya existe
y el sol se oscurece
pero la vida persiste.
Nos vemos en el canto
triste de trompeta
en el lecho del río
que va fluyendo
y en el estruendo apasionado
de la tormenta.
Nos vemos
sin habernos nunca visto
tú allá sobre tu escoba barriendo
yo acá bajo mi pala enterrando
el azul del sueño del verano
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