Azarosa, hiriente,
subterfúgiamente
anhelando claras esferas
cerradas
de cálida mente desolada,
más
esperanzada por la próxima
llegada
de la buena suerte.
Espera y aguarda con ánimo
alegre
la señal que viene del
cálido auspicio
trayendo nuevas y
acechadas
esferas ardientes por
siempre plasmadas
Sueña y cautiva la más
dulce calma
que viene del viento, la
lluvia y la arcana
del aire, del fuego, la
tierra y el agua
azul de los mares, verde
de esmeralda.
Un sonido errante sigue su
camino
como ansia oculta, matiz
del destino.
Ondulante y tibio,
anhelante y cierto
que transforma todo en luz
sin lamento.
A veces retumba la voz
sollozante
de la infancia viva en el
ser deslizante.
Ameriza y trae el son del
silencio
que todo lo troca,
purifica y vierte
en el alma oculta del
amado fuerte.
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